El Viernes Santo a las 3 de la tarde, Jesús grito con voz potente desde la cruz: Padre: en tus manos encomiendo mi espíritu e inclinando la cabeza entregó su espíritu (Mat. 27,50).
Los sabios se preguntan por qué Jesús murió tan pronto en la cruz, siendo que otros crucificados duraban bastantes horas agonizando allí. Y responden que probablemente su corazón prácticamente estalló de pena, angustia y dolor.Para mayor información, por favor consulte la tabla de contenido.Para mayor información, por favor consulte la tabla de contenido.
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